5 Zonas erógenas de la mujer

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En este artículo encontrarás las claves para estimular 5 zonas erógenas de la mujer. En Sexo Tántrico es fundamental lograr la total entrega y desinhibición de la mujer mediante la relajación y el juego previo.

5 zonas erógenas de la mujer son:
la nuca, las palmas de las manos, el bajo vientre, las nalgas y los dedos de los pies.

Acariciar suavemente las palmas de las manos es altamente recomendable para conectar con ella de forma íntima.

Aunque para decir verdad todo el cuerpo de una mujer es susceptible de ser erotizado, hoy sólo detallaremos 5 zonas super sensibles y cómo erotizarlas con un tacto consciente y pícaro a la vez que morboso.

El cuerpo de la mujer es multiorgásmico y todo amante que se precie tiene que conocer estas zonas erógenas:

La nuca, las palmas de las manos, el bajo vientre,

las nalgas y los dedos de los pies.

Activar el placer en la nuca a base de lamidas cortas, realizadas con la punta de la lengua, es hacer que tu amada se sienta increíble. Si le sumas besos cortos y suaves puede ser un grandioso ‘turn on’ observar la reacción de tu pareja.

Cuando mi amante me acaricia las palmas de las manos con las yemas de sus dedos siento como si me arrullara el alma. No sólo me demuestra ternura con ese gesto sino que intuyo una invitación a la intimidad más íntima.

Entre el ombligo y el pubis se encuentra el útero. Esta zona del bajo vientre es mágica porque encierra el gran misterio de la vida misma. Al mordisquearla con ternura siento una mayor conexión conmigo misma y la energía sexual se dispara.

Azotar las nalgas con delicadeza y suavidad es todo un arte. Se denomina ‘spanking’ y es un práctica mucho más profunda de lo que parece. Más allá de los roles de dominación/sumisión me supone toda una fantasía sexual. No hace falta decir que deben ser consentidos, que conllevan placer y tienen su técnica.

En los dedos de mis pies existe un placer oculto que me inquieta y llega a convertirse en una obsesión. Cuando estoy en la intimidad pido a mi amante que me succione los dedos y pase su lengua entre ellos. No sé si es fetichismo o puro morbo pero me resulta excitante hasta tener que suplicar la penetración.

El secreto para disfrutar de estos juegos está en la ternura y la presencia con las que el dador las ofrece. Conseguir que la mujer se relaje hasta sentirse mimada y protegida es asegurarse el éxito como amante tántrico.

Pero el truco definitivo para sentir mucho más allá de unas chupadas o una dulce azotaína es:

Que el placer penetre profundo e intenso.

Y esto se logra:

Jadeando.

Los jadeos ayudan a elevar la energía bloqueada en los primeros chakras y soltar tensiones acumuladas mediante pequeñas contracciones corporales.

Al cabo de pocos minutos se consigue proyectar la mente para iniciar una travesía de múltiples e infinitos micro-orgasmos.

Pero hay claves que el amante tántrico también ha de aprender como las que te describo en el artículo Orgasmo de mujer y que te conviene saber para tener buena fama entre sus amigas.

Como habrás comprobado ni he mencionado el clítoris ni los pezones en este artículo aunque sean zonas altamente erotizantes para nosotras. El propósito es que, como Buscador inquieto y hombre vanguardista en ésto de la sexualidad tantrizada sepas más que ningún otro.

Y después de haber erotizado a tu bella amada como a una auténtica Diosa, hazme el favor de regalarle un Auparistaka (sexo oral tántrico) para rematar la faena y terminar con el rabo bien alto.

Y no se trata sólo de mi experiencia, todas mis amigas confirman lo que acabas de descubrir leyendo estas líneas.

Sat Nam.

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